El régimen cubano desplegó una campaña de hostigamiento y represión contra ciudadanos invitados a la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos en La Habana, según denunció este lunes un portavoz del Departamento de Estado.
En una declaración enviada a Martí Noticias, el funcionario estadounidense calificó de “cobarde” la actitud del gobierno cubano, al asegurar que este arrestó, intimidó, bloqueó, amenazó y acosó a numerosos ciudadanos que habían sido invitados a participar en la tradicional recepción diplomática.
“Comenzaron enviando agentes de la Seguridad del Estado a las casas de nuestros invitados en distintas provincias y luego hicieron lo mismo con los de La Habana”, señaló el portavoz, quien también denunció que incluso una cantante cubana invitada para interpretar el himno nacional fue acosada y forzada a cancelar su asistencia.
El Departamento de Estado subrayó que “son demasiados los casos de hostigamiento para enumerarlos todos”, pero destacó particularmente los arrestos de la Dra. Nelva Ismaray Ortega, esposa del opositor José Daniel Ferrer, y de la activista Berta Soler, líder de las Damas de Blanco. Ambas mujeres fueron detenidas por las autoridades cuando intentaban salir de sus viviendas para asistir al evento.
Acoso a la prensa independiente
La prensa independiente tampoco fue ajena a la ola represiva. El periodista Henry Constantín fue detenido días antes del evento, en lo que Washington considera parte de un patrón sistemático de represión contra las voces críticas en la isla.
“Este tipo de represión no tiene cabida en el mundo y demuestra que el régimen corrupto elige usar sus recursos para sofocar opiniones alternativas, en lugar de atender las necesidades básicas del pueblo cubano”, añadió el portavoz.
A pesar del operativo desplegado por la Seguridad del Estado, decenas de cubanos lograron participar en la recepción, a quienes el gobierno estadounidense agradeció públicamente por su valentía.
“En medio de la intensa ola represiva del régimen, muchos cubanos valientes y patriotas asistieron a nuestra recepción. Estamos profundamente agradecidos por su presencia”, concluyó la declaración oficial.
Mike Hammer, blanco de la propaganda del régimen
Desde su llegada a La Habana en noviembre de 2024, el jefe de misión diplomática de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, ha apostado por una diplomacia de cercanía con la sociedad civil, visitando comunidades vulnerables, reuniéndose con activistas, líderes religiosos y periodistas independientes. Esta política, que ha incomodado visiblemente al régimen cubano, lo ha convertido en blanco recurrente de ataques propagandísticos.
Este fin de semana, la televisión estatal —el único medio audiovisual autorizado en el país— emitió un reportaje en el que supuestos “cubanos de a pie” criticaban la labor del diplomático. Sin embargo, Martí Noticias verificó que uno de los entrevistados, presentado como víctima del embargo estadounidense, es en realidad ciudadano norteamericano. Se trata de Ricardo Roberto Figueredo Arce, nacido en Georgia en 1947, activista cederista premiado por el régimen, quien ha viajado en múltiples ocasiones a Estados Unidos.
Un 4 de Julio sin vínculos con el castrismo
Por primera vez en años, la Embajada de Estados Unidos en Cuba celebró el Día de la Independencia sin la participación de negocios ni mipymes asociadas al régimen. La decisión, tomada bajo la dirección de Mike Hammer, fue interpretada como un mensaje contundente de coherencia diplomática y respaldo a los principios democráticos.
Según fuentes consultadas por Martí Noticias, “solamente se invitó a Bacardí. Ninguna empresa con vínculos con el régimen fue considerada”. La medida marca un giro respecto a prácticas anteriores y deja claro que Washington no respaldará ambigüedades económicas mientras no haya reformas reales.
“El mensaje es claro: se acabaron los tiempos del contubernio. El régimen debe avanzar hacia la democracia y la libertad del pueblo cubano. Estados Unidos está del lado de una Cuba libre”, afirmó la fuente.
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