Los mandos de la prisión Mar Verde, de Santiago de Cuba, han sometido a maltratos y torturas físicas y psicológicas al prisionero político cubano José Daniel Ferrer según relató él mismo a sus familiares durante un breve encuentro este sábado.
“Luego de mil impedimentos accedieron a mostrar a José Daniel en muy mal estado tras 11 días en huelga de hambre bajo crueles torturas, golpizas, abusos y humillaciones, está lleno de golpes y totalmente debilitado”, aseguró la familia del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), en un post en Facebook.
En la visita, Ferrer contó que el 25 de junio el jefe del presidio, el teniente coronel Vladimir Pineda Guerra, comenzó, personalmente, a propinarle una paliza, secundado por el teniente Chacón (segundo al mando); el capitán José Miguel Hechavarría Gorget (jefe de Orden Interior); el mayor Luis Yanes Herrera (jefe de Tratamiento Educativo) y el capitán Liván Laugart Riquelme (jefe de colectivo).
De acuerdo a la narración, los oficiales Hechavarría Gorget y Laugart Riquelme han prohibido, de forma sistemática, “el paso de alimentos, aseo y medicamentos, con la justificación de que si no hay visita no se deja depósito".
“Le dieron golpes por todas partes: cabeza, brazos, piernas, abdomen, espalda. Patadas, galletas, puños, con lo que encontraron haciéndole hasta defecar encima. De ahí metieron a seis supuestos delincuentes criminales comunes que son los que han seguido la secuencia de golpizas que al igual que esos asesinos le han hecho hasta defecarse encima. Todo con el objetivo de ponerle el uniforme”, dijeron los familiares citando a Ferrer.
Tras esta vejación, el opositor se declaró en huelga de hambre. Los días 26 y 28, lo golpearon de nuevo y a partir del 1ro lo han hecho a diario, apunta la denuncia.
El personal penitenciario apuntalado por reos comunes, ha sumado “otros tipos de torturas como torcerle los dedos y virarle a la fuerza la mano como para partirla”.
También entre varios hombres, han intentado obligarlo a tomar leche, apretándole “fuertemente la nariz”, otro forzándolo a abrir la boca y un tercero apretando su cuello “como si lo fuera a ahorcar”.
El 1ro, al no aceptar la leche, se la derramaron en el cuerpo y por más de 24 horas estuvo tirado en el piso, con las moscas molestándolo “y era tanto el dolor y lo débil que estuvo que no logró levantarse hasta 48 horas después”.
Ferrer indicó que, desde ese día, lo golpean a diario mientras tratan de hacerlo tragar leche, ponerle el uniforme y ponerlo de pie para que responda al pase de visita. “A veces son seis sicarios, otras llegan a ser ocho y hasta diez”.
El preso político solicitó a sus familiares que, de él morirse, “se vayan del país” debido a que la Seguridad del Estado ha amenazado con que encarcelarán a su esposa Nelva Ismaray Ortega y al pequeño hijo de ambos lo internarán en un centro de menores.
El mismo proceder seguirá “con cada uno que tenga el apellido o se relacione con los Ferrer, hasta desaparecerlos a todos de la peor manera”.
Afirmó que “la dictadura está tan desesperada y cegada que no tiene dudas que el menor de sus temores es matarle y el menor de sus temores es dar su propia vida antes de ceder a sus chantajes. Que él mientras viva seguirá luchando, aunque esté así ahora, por la libertad, la democracia y el respeto de los DDHH”.
Ferrer expresó, además, su sospecha de haber contraído la tuberculosis porque antes del día 25 le pusieron cerca un recluso que padece la enfermedad. No obstante, recalcó que “continuará en huelga de hambre”.
Al igual que los opositores Félix Navarro y Donaida Pérez Paseiro, y el manifestante del 11J Jaime Alcides Firdó Rodríguez, Ferrer había sido excarcelado en libertad condicional, tras un acuerdo con el Vaticano. Meses más tarde todos fueron devueltos a prisión.
Este sábado, fue iniciada en Change.org una petición dirigida a Naciones Unidas, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al Parlamento Europeo, a Amnistía Internacional, y a los gobiernos democráticos del mundo para que impulsen una investigación internacional independiente sobre las torturas en la prisión Mar Verde y que los responsables sean sancionados.
Foro